Pharahs, centinelas de la noche

Pharahs, Pharos, Lighthouses, Fari, Faros, Leuchttürme, Latarnia morska, Phares, Svetilniki...todos tienen la misma función desde hace más de 2000 años. Venerados por unos, y temidos por otros. El nombre de faro proviene de una torre de unos 180 metros de altura que fué construída bajo el reinado de Ptolomeo II (283-246 a.d.c.) en la isla de Pharos, frente al puerto de Alejandría. El Faro de Alejandría fué el más famoso del Mediterráneo, considerado una de las siete maravillas del mundo.

“Como aparece el fuego encendido en un sitio solitario de la cumbre de un monte a los navegantes que vagan por el mar, abundante en peces, porque las tempestades los alejaron de sus amigos; de la misma manera, el resplandor del hermoso y labrado escudo de Aquileo llegaba al éter”.

Así compara Homero, en el canto XIX de La Ilíada, el escudo de Aquiles con el fuego que alumbraba a los navíos que surcaban las oscuras noches del Mediterráneo desde lo alto de un monte.

El primer faro que a continuación muestro, es el último faro que me ha visto. Se encuentra al noreste de la isla de Menorca, haciéndole guiños a la vecina Cerdeña....se conoce por el Faro de Favàritx.

El faro de Favàritx se construyó en 1922. Se alza sobre el cabo que lleva su mismo nombre, en una punta pizarrosa que parece un paisaje lunar, sobre un entorno desolado y solitario de la costa septentrional que semeja al otro Finisterre. Sus despeñaderos están llenos de nombres como Cala Morts (cala de los Muertos) o montaña del Anticrist. Desde los tiempos romanos, numerosos barcos han acabado sus días contra las rocas, empujados por los fuertes temporales que azotan esta zona.